Casa Schwenk
De una impresionante casa del año 1921, y declarada monumento en 1978, se segrega una pequeña porción del terreno para construir una vivienda unifamiliar de aproximadamente 180 m2., en Nürtingen, cerca de Esslingen.
La relación con la presencia señorial de la casa ha sido el tema predominante en todo el proceso de toma de decisiones. Una larga serie de maquetas fueron determinando la forma irregular del volumen y siempre con el objetivo de la búsqueda de una relación idónea. Un respeto pero no una sumisión, otra escala pero un diálogo de tú a tú, una relación como el respeto a un hermano mayor en la adolescencia, real, fuerte, intensa pero oculta, nunca mostrada.
Para realzar esta relación se tomó la decisión compleja de no mostrar escala alguna en la fachada principal de la vivienda. La vivienda no tiene ninguna ventana en el alzado a la calle, la puerta de acceso está escondida en un enigmático espacio relativamente central, asimétrico, dominado por el monolito que contiene los buzones y timbres. Todo, en este punto, es bastante abstracto y enigmático, invitando a las mentes curiosas a descubrir lo que puede haber en el interior.
Una vez atravesada la puerta de acceso se entra en un pequeño distribuidor que concentra todas las posibilidades de la vivienda. Se puede acceder al “Piano Nobile” y sorprenderse con un gran ventanal en el salón “escondido” tras el mueble de la cocina. En esta vivienda nada es obvio o inmediato, todo es fenomenológico y sensual. Puedes acceder también al área privada de la casa con una visión a la parte más oculta del jardín exterior. O puedes descender a las estancias de trabajo o de invitados en la planta semienterrada.
La sensación espacial es siempre amplia, la mirada, la visión tiene pocos y controlados límites y siempre hay elementos que continúan y rompen las fronteras que nuestra mente pretende construir en el proceso mental de asimilación. Los espacios son confortables por su tamaño, pero la horizontalidad de las vistas al exterior, las continuas diagonales y la continuidad de materiales hace que el tamaño real de los espacios sea engañoso y manipulador de las percepciones del visitante/usuario.
La materialidad y la excelente ejecución terminan de construir unos espacios para vivir cada m2, para “vivir bien”, para construir la envolvente idónea para la acción de vivir que estos espacios se disponen a acoger.
Una mención especial merecen algunas piezas de mobiliario heredadas de la gran casa colindante, que fueron utilizadas para dimensionar los distintos espacios habitables, y así, intentar que la experiencia de Habitar sea todo Uno. Usuario y acción de vivir, espacio, materialidad, mobiliario, técnica y ecología, todo Uno.